Devocionales CMVida Infantil
Nº 10
¿Cómo llegar a ser un hijo de Dios?
10. Llenos de poder
· Base bíblica: Juan 14:16-18,25,26 Hechos 2:1-4, 14.41
· Verdad central: El Espíritu Santo nos ayuda y da poder
· Objetivos:
- Conocer como Jesús cumplió la promesa de enviar al Espíritu Santo
- Aceptar que el Espíritu Santo es Dios
- Reconocer que el Espíritu Santo les da el poder para predicar a Jesús
Presentación del estudio
Antes de partir con su padre, Jesús nos prometió que enviaría a alguien para consolarnos, ayudarnos, esforzarnos, y darnos poder y se refería al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es Dios, es la tercera persona de la Trinidad. Él nos alienta, fortalece, motiva y transforma para cada día ser como Jesús y hablar de Él.
¡Gracias Espíritu Santo porque eres Dios y mi ayuda en todo Momento!
Así como el trébol tiene 3 hojas, hay un único Dios con tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo
La promesa del Espíritu Santo se cumplió en Jerusalén. Mientras los judíos celebraban las fiestas de la Pascua, los seguidores de Jesús estaban reunidos orando y cantando salmos a Dios. De repente algo extraordinario pasó en ese lugar, se escuchó un ruido intenso proveniente del cielo, era como de un viento fuerte que soplaba y llenó la casa donde se encontraban. Entonces, aparecieron unas lenguas como de fuego que se posaron sobre las personas. Jesús cumplió su promesa de enviar al Espíritu Santo.
Pedro, uno de los discípulos de Jesús se levantó y le habló a todos los que se habían acercado para ver lo que sucedía. Les contó de Jesucristo, de su muerte y resurrección. Ese día como tres mil personas creyeron en Jesús y decidieron seguirlo, fue así como comenzó la iglesia del Señor.
El Espíritu santo descendió a la tierra para darle poder a todos los seguidores de Jesús para que siguieran la labor que el Señor había iniciado. El Espíritu Santo es para todos aquellos que siguen a Jesús.
Aplicación:
Coloque la pelotita encima del secador de pelo y enciéndalo. Explique a su hijo (a) que la pelotita es sostenida por el aire que viene del secador, si el aire deja de salir, se cae la pelotita.
El Espíritu Santo es en nuestra vida como el aire del secador porque nos sostiene y nos da poder para levantarnos y hablar acerca de Dios.
El mismo caso de un molino, la fuerza del viento lo mueve.
El Espíritu Santo, actúa de la misma forma que el aire, porque Él es la fuerza que nos mueve, es el aire que hace respirar nuestra alma, el aire que nos sana, nos da la vida.
Versículo para memorizar:
“EL ESPÍRITU SANTO, A QUIÉN EL PADRE ENVIARÁ…
OS ENSEÑARÁ TODAS LAS COSAS” JUAN 14:26
Canción sugerida:
DEJA QUE TE TOQUE EL SEÑOR
Actividades:
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