Esta semana vimos con los niños sobre
lo que la Biblia nos enseña del corazón. Para la Biblia y Dios el corazón en
mucho más que un musculo, de hecho cuando lo menciona en realidad hace
referencia a aquel lugar en nuestro interior donde se guardan todos los
sentimientos, valores, emociones intenciones, etc. Y es de ahí de donde se generan
todas nuestras acciones. El Señor nos manda a guardar nuestro corazón como
especial tesoro porque de él mana la
vida.
Veamos un poco el significado de guardar:
Vigilar, defender: guardar en un punto estratégico. Vigilar con el fin de
proteger; abrigar, tomar cuidado en: guardar un niño, guardar las ovejas. Hay
que vigilar: (para evitar una invasión). Conservar es; Hacer que una cosa se
mantenga en buen estado.
Una palabra tan pequeña, pero con
tantos significados. Solo guardamos aquello que es muy precioso, valioso, y que
realmente sea importante. Las Biblia nos relata muchas veces que tenemos que
guardar nuestro corazón, los niños deben aprender a defender su corazón, pues
si desde pequeño aprenden a luchar contra las asechanzas del mal, con certeza
serán adultos más fuertes. Debemos fortalecer nuestra relación con Dios
para que nuestro corazón se llene de su presencia ya si nos parezcamos más a Jesús
y actuemos como él. Si nos dejamos rodear y llenar solo de las cosas que el
mundo ofrece nos llenaremos de amargura, tristeza, odio, envidias, y cosas que
nos separan de Dios. Por eso es que debemos cuidarlo pues nuestro corazón nunca
estará vacío, estará lleno de Dios o de otras cosas pero nunca vacío. Pidámosle
a Dios su ayuda y sabiduría para cuidarlo y solo llenarlo de aquello que le
agrada.
Versículos
Bíblicos:
Porque la sabiduría entrará en tu
corazón, y el conocimiento será grato a tu alma;
(Proverbios 2:10)
Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
(Salmos 51:10)
Con toda diligencia guarda tu
corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.
(Proverbios 4:23)
Más engañoso que todo, es el
corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?
(Jeremías 17:9)
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