Dices que soy el
futuro; no me desampares ahora.
Dices que soy la esperanza de paz; no me induzcas a la guerra.
Dices que soy la esperanza de paz; no me induzcas a la guerra.
Dices que soy promesa
de bien; no me confíes el mal.
Dices que soy la luz de tus ojos;
no me abandones en la ignorancia.
No espero solamente tu pan; dame
luz y entendimiento.
No deseo tan solo la fiesta de tu
cariño; te suplico amor para educarme.
No te pido apenas juegos y
diversiones; te pido buenos ejemplos y buenas palabras.
No soy simple ornamento de tu
camino;
soy quien te abre la puerta de la
vida más allá de ti mismo:
seré algo de ti después de ti...
seré algo de ti después de ti...
Enséñame el trabajo y la
humildad, la devoción y el perdón.
Compadécete de mí y oriéntame
para que sea bueno y justo.
Corrígeme en su tiempo, antes de
que yo sufra.
Ayúdame hoy para que mañana no
tenga que llorar.
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