Si
pudiésemos tener conciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos
dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a
los otros felices.
Muchas
flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca
brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por
pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.
Pero
no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando
este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos
descuidamos a nosotros mismos y a los otros.
Nos
entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.
Perdemos días, a veces
años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando
deberíamos quedar en silencio.
No
damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón
porque algo en nosotros
impide esa aproximación.
No
damos un beso cariñoso "porque no estamos acostumbrados a
eso" y no decimos lo que nos gusta porque pensamos
que el otro sabe
automáticamente lo que sentimos.
Y
pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece,
y continuamos siendo los
mismos.
Reclamamos lo que no
tenemos, o que no tenemos lo suficiente.
Cobramos. A los otros. A la
vida. A nosotros mismos.
Y nos consumimos,
comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
Y si probáramos compararnos
con aquellos que poseen menos?
Eso haría una gran
diferencia! Y
el tiempo pasa.
Pasamos por la vida y no
vivimos. Sobrevivimos, porque no
sabemos hacer otra cosa. Hasta
que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás.
Y entonces nos preguntamos:
Y ahora?
Ahora,
hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo amigo; de
decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos.
Nunca
se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra
gentil, para hacer un cariño.
No mires para atrás. Lo que
pasó, pasó. Lo que perdimos,
perdimos. Mira hacia adelante!
Todavía
hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.
Todavía hay tiempo de
agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.
Espero les agrade y hagan
el pare en el camino...
Valoremos lo que tenemos,
lo que Dios nos ha dado
Seamos agradecidos...
Si
pudiésemos tener conciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos
dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a
los otros felices.
Muchas
flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca
brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por
pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.
Pero
no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando
este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos
descuidamos a nosotros mismos y a los otros.
Nos
entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.
Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.
Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.
No
damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón
porque algo en nosotros impide esa aproximación.
porque algo en nosotros impide esa aproximación.
No
damos un beso cariñoso "porque no estamos acostumbrados a
eso" y no decimos lo que nos gusta porque pensamos
que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.
que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.
Y
pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece,
y continuamos siendo los mismos.
Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente.
Cobramos. A los otros. A la vida. A nosotros mismos.
Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos?
Eso haría una gran diferencia! Y el tiempo pasa.
y continuamos siendo los mismos.
Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente.
Cobramos. A los otros. A la vida. A nosotros mismos.
Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos?
Eso haría una gran diferencia! Y el tiempo pasa.
Pasamos por la vida y no
vivimos. Sobrevivimos, porque no
sabemos hacer otra cosa. Hasta
que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás.
Y entonces nos preguntamos:
Y ahora?
Ahora,
hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo amigo; de
decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos.
Nunca
se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra
gentil, para hacer un cariño.
No mires para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos, perdimos. Mira hacia adelante!
No mires para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos, perdimos. Mira hacia adelante!
Todavía
hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.
Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.
Espero les agrade y hagan el pare en el camino...
Valoremos lo que tenemos, lo que Dios nos ha dado
Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.
Espero les agrade y hagan el pare en el camino...
Valoremos lo que tenemos, lo que Dios nos ha dado
Seamos agradecidos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario